Encerrados en locura,
Y ardiendo en deseo
Se pudren los besos
Perdiendo su aliento.
Las horas pasan
Y el tiempo
Se olvida
Junto a los gritos
De las almas perdidas.
Misterios dolorosos
Insinuantes de alegría
Que se dejan
Encontrar en cualquier
Esquina.
Y ya no te suelta
El perfume a cadáver
Porque en tus
Venas ya
No corre ni la sangre.